Alientos renovados

En el Reloj del Tiempo continua inexorable su mecanismo, tictac, tictac y aún lo escucho nítido y limpio...estoy vivo, como él. Todavía siento el calor del Sol en mi piel y la humedad del mar también. Pero ahora he descubierto que para sentirse vivo hay que aprender a "sentir" en toda su plenitud, amar en el sentido más amplio de su concepto.

Siento que ya no estoy solo, que todo lo que me rodea tiene un valor nuevo y diferente que antes simplemente obviaba..o quizás ignoraba...no lo sé... Estoy aprendiendo a enriquecerme de todas las cosas que me rodean, hasta de las más nimias. Qué ejercicio más reconfortante.

Después de haber tocado fondo, en este enésimo ascenso, que reconozco que es más lento que los anteriores, quizás pudiera decirse que he aprendido precisamente a controlar su velocidad, despacio...más despacio...sin prisas de nada... así tengo tiempo de absorber, recapacitar, saborear... cada acontecimiento que se sucede en mi vida, cada persona nueva o vieja conocida, cada idea que surge de la nada o del TODO...y gracias a mi bendita soledad...

Jamás antes había estado tanto tiempo en soledad, viviendo solo conmigo mismo en total y absoluta libertad. Es mi época, la del descanso del guerrero. Tiempo de ya no sólo recapacitar, sino de saborear, de disfrutar.

Es un momento dulce a pesar de mis pesares, y eso es lo que más valoro, pues soy capaz de diferenciar y separar lo uno de lo otro, lo dulce de lo amargo, con la diferencia que lo dulce satisface algo más que mi simple paladar, mientras que lo amargo ni seduce ni tampoco "amarga" más allá de...

Es tan sencillo de comprender! Es tan fácil de hacer...ahora!

Amigo mío que me lees, me siento como una mosca blanca en el Universo, y a pesar de saber que no lo soy, encuentro paz en mi propio entendimiento. Estoy aprendiendo a conocerme y comprenderme, sin más. No es maravilloso?

Existe acaso en esta vida algo más importante que uno mismo? Es que debemos constantemente "sufrir" ya no solo por los demás sino incluso por nosotros mismos. Es que acaso no tenemos derecho a "ver" con los Ojos del Universo todo lo maravilloso que nos rodea?

Todo esto es tan grande que es difícil de asimilar, es una especie de estado de gracia que quisiera que jamás desapareciera pero...algún día volverán las tormentas...pero para entonces debo tener aprendida la lección: guarecerme de ella antes de que me asalte. Cuando vea los nubarrones en el horizonte y el viento sople hacia mí, tendré ya todo preparado, y aunque algo pierda en ella, seguramente no será tanto como en anteriores ocasiones. No señor! Esta vez al menos será "diferente".