julio 20, 2006

Anónima respuesta

Hola Ester, las armaduras son necesarias pero no podemos estar siempre dentro de ellas, pues desvirtúarían finalmente nuestra propia percepción de la realidad. Claro que todos las necesitamos, la soledad, la inapetencia, la desgana...Todas nos valen como armadura. Pero...que se te pasa el arroz??!! Venga ya!! Que digas que la ilusión de tener hijos (porque de eso se trata, no?) a una edad anterior a la actual la has tenido, vale! Que un llauro te lo diga...creo que no debe ni hacerte qué pensar... Tu capacidad de decisión es tu propia libertad, y en ella te deberías encontrar y reconocer a tí misma como tal. Siendo así, qué problema hay? Tú sabes qué cantidad de mujeres "felizmente" casadas se cambiarían por tí? Lo sabes, verdad? Lo que ocurre es que siempre nos pasa lo mismo: somos felices con lo que tenemos pero también deseamos lo que no tenemos. Nosotros, los solteros sin hijos pueda parecer a ojos ajenos que somos seres egoístas, pero en absoluto lo creo. Creo que encontrar "almas gemelas" es verdaderamente difícil, y no renunciar a su búsqueda nos dá un valor añadido.

3 Comments:

Blogger Esther Hhhh said...

Bueno, mis disculpas ante todo por no dejarte ser anónimo del todo... En fin, no es contra ti, que lo sepas, sólo es una forma de evitar visitas no deseadas (repito que desdeluego no va por ti ni por gente como tu)
Al meollo del tema.
Creo que no acabaste de entender mi post, o yo no me supe explicar. Más bien era irónico a ese comentario que las mujeres tantas veces acabamos por oír, sobretodo cuando somos de mi generación. Gracias a dios cada vez esto ocurre menos.
Por mi parte, a los seis años ya decía que no me iba a casar ni a tener hijos, y es una idea que sigo teniendo, a pesar de la madurez y los años.
Nunca he deseado casarme, nunca he creído en el matrimonio (tal vez porque el de mis padres se deshizo muy pronto) y la idea de deformar mi cuerpo para tener un retoño que me prive de mi libertad el resto de mi vida, cuando todavía tengo mucho por vivir, pues como que no me atrae, y resulta que a la edad a lo que lo tendría sin problemas, pues lo más probable es que ya no sea fértil, aparte que no sería justo para el/ella.
Esto no quita, como decía en mi post, que a la larga cambie de idea... Admito consejos y opiniones, y por supuesto, buenos argumentos. Pero a lo largo de los años, he carecido de esto, ya sea porque soy muy mala buscando parejas, o porque he tenido mala suerte, la cuestión es que, lejos de hacerme cambiar de idea, me han acabado rearfimando en ella. Es más, ahora he optado por desprenderme de todo residuo de corazón y no permitir a nadie que traspase las armaduras... ni los muros ni las fronteras ni na de na, que ya es hora de no volver a sufrir.
En fin, que soy feliz hoy por hoy con mi vida, con mi perro y mi gata, y no aspiro a más... Tal vez con el tiempo mi situación laboral y económica mejore, y eso me permita adoptar a algun pequeñajo o pequeñaja y lo haga... Pero eso será cuestión de tiempo.
Besitos y gracias por tu saludito...

20 julio, 2006 14:26  
Blogger Cucho said...

No hay nada que disculpar!! Y agradecido el comentario de "gente como yo"...
Venga, como dices tú, al tajo!
Sin lugar a dudas nadie desea volver a sufrir...del mismo modo que nadie desea tropezar dos veces en la misma piedra, y sin embargo ocurre. Es ley de vida por lo que particularmente acepto que cometeré errores (más?...Sí. Seguro..)
Realmente no hay nada como la "tranquilidad" de tener todo bajo "control". Pero no me negarás que en un mundo previsible las emociones quedan sepultadas no se sabe dónde. Creo que debemos estar abiertos a nuevas experiencias, nuevas formas de entender nuestro entorno, completarnos a nosotros mismos seleccionando y aprehendiendo aquéllo que realmente pensemos que merece la pena. Además, todos aportamos un granito de arena al Universo y éste es el que es gracias a ello, a nosotros. Es por eso que si se excluye de antemano alguna de las posibles variables de nuestro abanico creo que se limita el propio autoconocimiento.
Te hablo de las relaciones interpersonales sean las que sean, pero siempre sin excluir ninguna de antemano. Dicho de otro modo, bien es este diálogo una verdadera relación de intercambio, donde aportamos cada uno lo que tenemos, pero por supuesto siempre bajo la libertad de querer hacerlo. Ni yo te obligo ni tú tampoco... No es así como debería ser cualquier relación?
Esta es una pregunta evidente, pero te repito, simplemente es exponer ideas y compartirlas, del mismo modo que haríamos y hacemos con las personas que saben escuchar.
Agradezco tu visita. Hasta pronto.

20 julio, 2006 16:25  
Anonymous Anónimo said...

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13 agosto, 2006 02:15  

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